Hoy, su
legado nos lleva a preguntarnos cuántos problemas de salud siguen afectando a
nuestro país y siguen sin solución, tanto enfermedades infecciosas como las no
infecciosas. La misma Enfermedad de Carrión es un claro ejemplo de los
problemas pendientes en la investigación, prevención y control de enfermedades
endémicas en el Perú. Actualmente enfrentamos una serie de problemas sanitarios
que requieren el mismo nivel de compromiso y dedicación que Carrión mostró. Su
ejemplo nos recuerda que la verdadera meta de la ciencia y la medicina es
mejorar la vida de las personas, no solo acumular conocimiento.
El camino trazado por Carrión es el de un ejercicio profesional con un rostro humano, siempre enfocado en aliviar el dolor de los pacientes y mejorar la salud pública. Como sociedad y como individuos, cada uno de nosotros tiene la oportunidad diaria de continuar su legado, enfrentando los grandes problemas de salud pública actuales con la misma valentía y convicción. El mensaje de Carrión sigue siendo relevante: ahora nos toca a nosotros seguir su obra y actuar para aliviar el sufrimiento y mejorar la salud de todos, en todo el país.
Augusto Tarazona
Lo que se sabe de la Enfermedad de Carrión: